El papón de Asturias y Galicia, el zamparrón de Extremadura, el papu de Cataluña y el tragaldabas de las dos castillas, al que también llaman zampón y zarrampla dependiendo de la zona. Ellos son los chicos malos y glotones de las mitologias de la península. La zamparrampa asturiana es la única mujer de este grupo. Y es una chica mala, muy mala.

En todos los casos se trata de criaturas muy grandes y obesas, con una boca enorme, acorde con el insaciable apetito que es proverbial en el caso de estos seres.
Presentan grandes similitudes con lo que la gente visualiza al escuchar la palabra «ogro».
1. m. y f. Gigante que, según las mitologías y consejas de los pueblos del norte de Europa, se alimentaba de carne humana.
2. m. y f. Persona insociable o de mal carácter
Diccionario de la lengua española, RAE.
Y aunque estos seres se corresponden a la perfección con esta definición, existe un pequeño detalle que los matiza. Y es que no se comen a cualquier ser humano.
Se comen a los niños.
Esta última característica, sumada a su desagradable aspecto, los convierte en los asustaniños por excelencia, y como tales se les ha usado desde antiguo.

El papón y todos sus primos: los ogros de la península
Asturias y León son, tal vez, los lugares en los que más fuerza tiene la figura de estas criaturas. En Galicia también existen, y coinciden en nombre y en forma con los papones de Asturias. En Extremadura, sin embargo, se parecen mucho más a los tragaldabas de las castillas. De hecho, en todo el terrorio que abarca Extremadura y las dos castillas se los puede nombrar como tragaldabas, zamparrónes, zarramplas o zampones. Hay muchos relatos, e incluso fiestas populares, que lo demuestran.
En Cataluña también existen. Se les llama papus y tienen las peculiaridades de buscar las sombras e ir tapados con ropas negras. Por último, también están en tierras de Portugal, donde les llaman papãos o bicho-papão, contándose entre las criaturas míticas más populares de la mitología lusa. Al ser tan importantes y como presentan bastantes diferencias con sus congéneres españoles, crearé un post en exclusiva para los bichos-papão dentro de un tiempo.
El papón de Asturias y Galicia
Existe un dicho en mi tierra: «Gallegos y asturianos, primos hermanos». Nos viene muy bien ahora, pues el papón puebla ambas comunidades, siendo su figura mucho más popular en Asturias.
Su gran característica es una enorme papada. También tiene el vientre especialmente hinchado y un aspecto que se da al engaño, pues puede llegar a parecer inofensivo y bondadoso.Todo este artificio le sirve para poder entrar en las casas por las noches y raptar a los niños. Se los lleva y después los devora de un solo bocado, sin masticarlos.

Se dice que tanto su pelo como sus ojos son rojos y que lleva madreñas. También forma parte de su leyenda un olor corporal fétido, debido a una higiene inexistente. Esto se ve empeorado por el hecho de que frecuenta la compañía de ratas, con las que vive y a las que alimenta, pues son muy de su agrado.
El tragaldabas o zamparrón de las castillas
El aspecto físico del tragaldabas del interior de la península contrasta bastante con la fachada bonachona del papón de la Cornisa Cantábrica, pues el tragaldabas es especialmente atemorizador y desagradable, llegando incluso a ser deforme.
También es más grande y aún mucho más voraz, lo que le impele a devorar absolutamente de todo con su gigantesca boca. Niños, adultos. Nada escapa a su insaciable apetito.
Era una abuela que tenía cinco nietecitas. Y las mandó, a una a barrer, otra a fregar, otra a limpiar las cucharas, otra a ir a por agua, y la otra a limpiar los cacharros. Y las dijo:
―Allá arriba en el desván hay un tarro de miel. Quien termine la primera, sube allí, que os daré pan para que lo untéis. Terminó la más mayor y la abuela la dijo:
―Coge un pedazo de pan, subes al desván y lo untas en miel. Y subió la más mayor al desván y se la tragó un zamparrón que estaba allí.
Terminó la mediana y la abuela la dijo:
―Coge un pedazo de pan y sube al desván, que allí está tu hermanita, y que te unte el pan en miel.
Y subió la mediana al desván y se la tragó el zamparrón. Y así se tragó a todas las nietecitas el zamparrón. Su abuela las llamaba y no respondían. Y cuando supo que el zamparrón se las había tragao a todas, se puso a la puerta a llorar.
Pasó por allí un señor y la dijo:
―¿Por qué llora, señora?
Y la abuela le contestó:
―Porque a mis cinco nietecitas las ha tragao el zamparrón.
―¿Qué le vamos a hacer, pobre abuela? ―dijo el señor, y se marchó.
Y luego pasó por allí una hormiguita y la dijo:
―¿Por qué llora, abuelita?
Y la abuela la contestó:
―Porque a mis cinco nietecitas las ha tragao el zamparrón.
―Pues venga conmigo, que yo las salvaré ―la dijo la hormiguita.
Entonces la hormiguita subió ande estaba el zamparrón y le dio un pellizco en la tripa y salieron las cinco nietecitas bailando.
―¿Con qué la pagaré yo a esta hormiguita? ―decía la abuelita―. ¿Quieres dos fanegas de trigo?
―¡Mi molinito no muele tanto! ―contestó la hormiguita―. ¡Mi costalito no coge tanto!
―¿Quieres una fanega?
―¡Mi molinito no muele tanto! ¡Mi costalito no coge tanto!
―¿Quieres un celemín?
―¡Mi molinito no muele tanto! ¡Mi costalito no coge tanto!
―¿Quieres un grano?
―¡Mi molinito sí muele tanto! ¡Mi costalito sí coge tanto!
Cuento popular castellano-leonés «El Zamparrón». Covarrubias, Burgos. 3 de junio, 1936.
El zamparrón o tragaldabas es una figura tan popular en las dos castillas que está presente en las fiestas de muchas de sus localidades, donde se elaboran unas grandes y extraordinarias figuras de este ser.

Durante las celebraciones, ¡Los niños van entrando, en fila y voluntariamente, en su boca! Afortunadamente, son capaces de salir, felices, por el otro extremo de este festivo tragaldabas.
El zamparrón de Extremadura
Este ser habita en el Valle del Jerte extremeño, donde se puede aprovechar de una importante ventaja con respecto a sus congéneres del resto de la península. ¡Y es que tiene superpoderes!
En concreto, tiene los poderes de Mr Fantástico, de los Cuatro Fantásticos. Puede, por tanto estirar y encoger su cuerpo a voluntad. Como os habréis imaginado, esto le facilita muchisimo entrar en las casas en las que hay niños para saciar su enorme apetito.
Ah, pero su poder es a la vez su maldición, pues, aunque consigue devorar a los tiernos infantes, nunca logra saciar su hambre; cuanto más come, más se estira su estómago y su apetito nunca queda satisfecho.

Se narra en el Valle del Jerte una historia con un tono bastante cómico y no demasiado alejada de las leyendas de las castillas. Esta relata cómo un zamparrón se come a dos hermanas, aunque no a la abuela de ambas, que da la alarma. El zamparrón se va tragando después toda una serie de elementos que varían dependiendo de la narración y del narrador, aunque siempre debe estar presente un regimiento de soldados. El monstruo es derrotado por su némesis al final de la narración. Si, me refiero a una hormiga.
La zamparrampa asturiana
También se la conoce como Barranca, Parranca o Zanca Parranca. Es el único ogro ibérico de características femeninas y es, una vez más, del Principado de Asturias. En este caso su leyenda no tiene presencia en tierras gallegas.
Se trata de una mujer enorme, de aspecto cruel, deforme, horripilante. Esta ogresa no utiliza el sigilo o el engaño para entrar en las casas, como hacen sus contrapartidas masculinas. Entra arrasando, sembrando el caos y provocando los gritos histéricos de las madres. Entonces captura a los niños y se los lleva a su propia casa para devorarlos.
El papu catalán
El papu o papo es, probablemente, el asustaniños más conocido de la mitología catalana. Como el papón, el tragaldabas, el zampón y los demás, se trata de un ser antropomórfico muy grande y obeso, provisto de una boca descomunal, capaz de tragarse a un niño sin masticarlo y dotado de un estómago acorde capaz de digerirlo entero aún estando vivo.
Da la impresión de ser más inteligente que sus contrapartidas del resto de la península, o, cuanto menos, de ser más cauto o misterioso. Vamos a explicar esta afirmación:
- Va vestido con ropas oscuras e incluso encapuchado o tapado con una capa.
- Siempre procura esconderse y evitar que lo vean directamente. Busca las sombras y, cuando está escondido en ellas, solo se le pueden ver los ojos.
- De alguna manera, es capaz de entrar y salir de cualquier parte.

Tal como sucede en las dos castillas, esta figura mitológica catalana es muy importante en una festividad de Vall de Núria, un valle pirenaico situado en la provincia catalana de Gerona. Situado a una altitud de 2.000 metros sobre el nivel del mar, cada invierno celebran allí la «Noche del Papu». Es una fiesta diferente. Todo el que se atreva a invocar al papu debe bajar de noche, atravesando las pistas de esquí de la estación, en medio del valle. Y es que el papu solo sale de noche. Previamente, uno de los esquiadores se ha disfrazado de papu, llevando una sábana agujereada y una pequeña capucha que sólo le deja ver los ojos.
El papao o bicho papao portugués
En Portugal este ogro se diferencia de sus contrapartidas españolas adquieriendo una apariencia y unas costumbres oscuras y terroríficas. Deja de ser simplemente un ogro barrigón para transformarse en el monstruo de debajo de la cama o de dentro del armario. Es el asustaniños portugués por excelencia, como lo es en España nuestro coco, con el que tiene algunos paralelismos. Como ya he comentado, tendrá un post para el solo dentro de un tiempo.

Y si quieres más…
Siendo estos seres los habitantes del folclore asturiano, gallego, leones, castellano, catalán y extremeño, es probable que se te haya despertado la curiosidad sobre las otras criaturas que los acompañan en sus respectivas mitologías.
- Criaturas de la mitología de Asturias.
- Criaturas de la mitología de Galicia.
- Criaturas de la mitología de León.
- Criaturas de la mitología de Castilla-La Mancha.
- Criaturas de la mitología de Extremadura.
- Criaturas de la mitología de Cataluña.
Aunque, tal vez, puede ser que… te esté subestimando y las quieras conocer todas:
Criaturas mitológicas y fantásticas en Desde Illidiam.
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Un abrazo enorme. Muchas gracias por leerme.
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2 ideas sobre “Nuestros ogros se llaman papón, zamparrón, tragaldabas, papu y zamparrampa.”
Menuda pasada d comparativa, enriquecida con tradiciones, historia, cuentos populares… Tu trabajo detrás de cada post es minucioso y d gran valor para los q apreciamos estas curiosidades de nuestro entorno y entornos cercanos! Fantástico, como todo el contenido tu blog!!! Bravo!!
Jo, muchísimas gracias Eva. Te encanta lo que hago y a mi me das muchísima energía. Es cierto, este post, al ser de criaturas bastante menos explotadas, secundarias y, en algunos casos, muy confusas geográficamente, me ha llevado por muchos caminos muy enriquecedores.