
En El sueño del Fevre encontrarás vampiros, vapores, amistad, confianza y la eterna lucha del bien contra el mal.
En el año 1857 los vapores reinan en las aguas del Mississippi. Compiten entre ellos en grandeza y elegancia mientras suben y bajan el rio llevando personas y mercancías.
El capitán Abner Marsh está arruinado. Ha perdido todos sus vapores excepto el más pequeño de ellos, un barco que, además, cuenta con demasiados años a sus espaldas. El pobre cree que todo ha acabado, pero en ese momento recibe la visita inesperada de un extraño que le ofrece la salvación. Se trata de Yoshua York, un peculiar extraño que le ofrece dinero suficiente para construir el vapor mas grande, rápido y majestuoso que haya visto el Mississippi.
Pero hay algunas condiciones…
En esta novela, el creador de la magnífica pero inconclusa Canción de hielo y fuego hace dos cosas muy bien. La primera es una recreación histórica impecable y la segunda, una atmósfera pesada, densa y atrayente, la ideal para esta novela.
Como me embarqué yo en El sueño del Fevre
Cuando, de repente, vi delante de mí El Sueño del Fevre, de George R.R. Martin, me llevé una buena sorpresa. Me encontraba en una librería cercana a mi casa y estaba buscando algo completamente diferente. Era una edición pequeña, de tapa blanda, muy económica y me pregunté cómo sería Martin más allá de Canción de hielo y fuego.
Fue tanta la curiosidad que me lo compré. Este tipo de cosas no son extrañas en mi, pero lo que aún no me explico es como llegó a ponerse por encima de todos los libros de mi pila de lecturas pendientes. Libros, todos ellos, a los que les tenía unas ganas increíbles.
Me lo leí en seguida, en unos días. Tal vez fuese la portada, que es bastante resultona y efectiva. Tal vez fuese la curiosidad de ver a Martín fuera de los siete reinos. Tal vez ambas cosas.
El sueño del Fevre, un libro interesante.
No es una novela fuera de lo común. No es un libro que se vaya a colocar al lado de un Conde de Montecristo o de una Historia interminable. No digo que sea mala, porque no lo es. Es una buena novela y tiene características muy interesantes. Luego las enumeraré.
Sin embargo, Martin no ha conseguido convencerme de lo que, a mi parecer era su principal intención. El maestro George logró convencer a la gran mayoría de los lectores de que su versión maquillada de la heptarquia anglosajona medieval y de la Guerra de las rosas era un universo fantástico novedoso y original.
En este caso está intentando convencernos de que este libro no es una historia de vampiros. Creo que no lo va a lograr. Este libro es, a todas luces, una historia de vampiros, por mucho que lime, retoque y maquille.
Vale, pero dejando eso a un lado, es un libro bien llevado, tétrico, morboso, interesante. Te va arrastrando y se deja leer muy bien.
La novela tiene dos grandes virtudes. Dos características que me parecieron muy interesantes, pues le quedan muy bien.
Una historia fantástica en el mundo real
Este libro es histórico en su ambientación, aunque a veces da la impresión de que Martin ha cosido elementos fantásticos en ese retrato tan bien hecho de la época en la que en el Mississippi reinaban los vapores. Pero no, señores. Natchez under the hill existió y el Mississippi se hiela, aunque no tengo ni idea de si lo hace de una manera tan espectacular como lo retratan en la novela.

Pero la historia, no lo olvidemos, es de vampiros.
En esta novela, la intención cuenta. Uno de los dos protagonistas de la novela, Joshua York, es un vampiro muy poderoso con un plan y buena intención. Pero convencer al resto de los de su especie es muy difícil, pues para ello tiene que conseguir que vayan contra su propia naturaleza.
Y, por si eso fuese poco, hay otro vampiro tan poderoso como él. O puede que más.
Una historia de amistad, respeto y confianza
Mezclada con la trama que acabo de narrar está la historia de la relación entre los dos protagonistas principales, que es uno de los principales atractivos de un libro sencillo pero efectivo.
Desde el primer capítulo hasta el último, Abner Marsh y Yoshua York interactúan una y otra vez y, si bien el primero lo desconoce todo del segundo y el segundo lo conoce todo del primero, eso no impide que su relación se vaya a haciendo más solida y más compleja a medida que pasan las páginas, y acabe transformándose en una solida amistad.
Por ahora, sin embargo…
Un abrazo enorme y muchas gracias por leerme.
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