Cosus, protector de los castros y dios de la guerra

Cosus, o Coso, era un dios celta de la guerra, pero también de la agricultura. Tenía una importante faceta como protector de los castros, de las comunidades que vivían en ellos y del territorio que dominaban.

Cosus era un dios guerrero, adorado por guerreros.

Su culto se extendía por toda la zona occidental de la Península Ibérica, empezando en Galicia y Asturias, pasando por el norte de Portugal y llegando hasta Extremadura. Este culto lo llevaban a cabo hermandades de guerreros y se cree que lo hacían en ceremonias al aire libre realizadas en ciertos santuarios, como el de Panóias (Vila Real, Portugal) o el del oppidum castreño de Ulaca (Solosancha, Ávila).

Cosus a través de Grecia y Roma

Lo poco que sabemos de Cosus es gracias a la epigrafía y a los datos de los historiadores griegos y romanos, que lo asimilaron con sus dioses de la guerra, que son Ares y Marte respectivamente. De hecho, se cree que Cosus es el Marte del que Estrabón nos habla en el siguiente fragmento de su Geografía:

Los lusitanos matan reses y se aplican a examinar sus entrañas sin cortar; registran además las venas de los lados, y adivinan tocándolas. También conjeturan por las entrañas de los cautivos muertos: después de ver la herida en el cadáver, lo primero que hace el agorero es anunciar cosas futuras. Cortan la mano derecha de los cautivos y la consagran a los dioses. Todos los que viven en los montes comen poco, beben agua, llevan el cabello al modo de las mujeres y pelean con tocados y adornos en la frente. Su comida regular es la carne de las cabras y sacrifican a Marte un cabrón, además de cautivos y caballos. También instituyeron las centurias de víctimas, llamadas hecatombes (Sacrificio muy solemne de cien unidades, todas de una misma especie, que se hacía a los dioses en cien altares), según el rito griego, donde como dice Píndaro, todo se sacrificaba a cientos (Atenéo, Libro IV, capítulo 10, página 144)

Libro tercero de la Geografía de Estrabón, Editorial Maxtor, Madrid 1787, páginas 152, 153 y 154

Gracias a este texto sabemos que a Cosus se le sacrificaban chivos y caballos, pero también prisioneros de guerra. Este tipo de sacrificios eran algo muy espectacular para un historiador griego como Estrabón, que provenía de una cultura tan diferente. Romanos y griegos veían estos comportamientos como un ejemplo claro de barbarie, por lo que es posible que los dramatizasen e incluso que los malinterpretasen en algunos casos. Un caso claro es este texto, que he copiado literalmente del ejemplar de la Geografía de Estrabón que tengo en casa: «Sacrificio muy solemne de cien unidades, todas de una misma especie, que se hacía a los dioses en cien altares». No hay que ser muy inteligente para saber que se trata de una exageración. Cientos de sacrificios en cientos de altares, en aquella época, era algo impensable.

Como dios de la guerra, Cosus era asimilado a Ares.

Como dato adicional debo decir que este tipo de sacrificios estaban extendidos por todo el mundo céltico, siendo los chivos y los caballos los sacrificios más comunes para los dioses de la guerra de todos los territorios celtas. El sacrificio de prisioneros de guerra también se realizaba en otras partes de celtica, como la Galia.

Ares

Si Cosus era asimilado con Ares, vamos a conocer un poco a este dios griego. Ares es un dios de la guerra violento e irracional. Representa la brutalidad, la violencia y los horrores de las batallas. Por supuesto, ha tenido altercados con el resto de dioses del Olimpo al dar rienda suelta a su ira y a sus pasiones. Ares ha sido utilizado habitualmente por los historiadores griegos y romanos en sus asimilaciones de los dioses guerreros de las naciones que conquistaban o con las que establecían contacto.

Ares era patrón de las cofradías guerreras griegas y identidad, personalidad y culto continuaron con el Marte romano. Dada la política expansionista de Roma, el sincretismo que utilizaba este imperio para con los dioses extranjeros hace que la identificación entre nuestro Cosus y el Marte al que se refiere el geógrafo sea prácticamente un hecho.

Santuarios del culto a Cosus

Como ya hemos dicho, a Cosus se le rendía culto en santuarios al aire libre que estaban situados en el centro de los poblados, en una posición preeminente. En ellos había un altar de sacrificios grande y de planta rectangular. Este altar en forma de mesa estaba rodeado por un banco adosado a tres paredes. Este es el caso de Higuera de la Sierra (Badajoz).

Como hemos mencionado, los lusitanos eran dados a los sacrificios y examinaban las entrañas sin separarlas del cuerpo. Los sacrificios tenían su lugar principal en afloramientos rocosos, con escaleras talladas y pilas para contener los miembros y la sangre de las víctimas. Como el santuario de Panóias (Vila Real, Portugal) o el del oppidum castreño de Ulaca (Solosancha, Ávila).

Cosus era un dios de guerreros

La epigrafía nos dice otras cosas sobre Cosus. En Cossuesegidiaecus, otro de los nombres de Cosus, encontramos la raíz coso- y la raíz seghseghi (sujetar, vencer), que también aparece en celta y germánico como seghos (victoria). Cosus se revela entonces como un dios guerrero, un luchador que busca la victoria, patrón y protector de los guerreros del norte y el oeste de la Península Ibérica.

Y este es Cosus, dios celta y prerromano

Ha sido el primer dios de la península en aparecer en este blog, aunque no el primer dios celta en tener su propio post. En esto le ha antecedido el pancéltico Lug, o Lugus, y le seguirán Deva y Navia.

Además, si quieres saber más cosas sobre la cultura celta, tienes esta otra alternativa:

Cultura celta.

Y eso es todo; me despido.

¡Muchas gracias por leerme!

Ya sabéis. Sentid, vivid…Y no os rindáis nunca.

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