La gran celebración del solsticio de invierno, Yule

El solsticio de invierno, Yule, tiene lugar entre el 21 y el 22 de diciembre (en el hemisferio norte). Esta noche, la más larga del año, marca el comienzo de esta festividad.

La festividad del solsticio de invierno celta era conocida como Yule

Yule es una fiesta de origen germánico que fue heredada por los celtas. Después se convirtió en la saturnalia del Imperio Romano y, aún más tarde, evolucionó en la actual fiesta de navidad. En efecto, el origen de la navidad es pagano.

Yule es, pues, el momento de mayor oscuridad del año, algo a lo que los celtas daban mucha importancia, pues su calendario se basaba en ciclos de oscuridad y luz. Ellos dividían el año en una mitad oscura (desde noviembre hasta abril) seguida por una mitad luminosa, en la que la vida y el calor recobraban el protagonismo (en los meses de mayo a octubre).

El rey Roble, el rey Acebo y el tronco de Yule

Los celtas celebraban esta festividad para agradecer el retorno de la luz. Para ellos, el rey Roble gobernaba durante la mitad luminosa del año. En Yule, el rey Acebo le arrebataba el trono hasta el verano, cuando, durante la festividad de Litha, el Rey Roble recupera su corona.

De hecho, una de las tradiciones más antiguas e importantes relacionadas con esta festividad es la del tronco de Yule. Consistía en quemar un enorme tronco, prendiéndole fuego antes de la puesta de sol de la noche del veintiuno al veintidós. Debía permanecer ardiendo durante toda esta noche, la más larga del año, hasta que el sol volviese a salir. Los restos del tronco se guardaban para prender el tronco del siguiente año. También podían esparcirse sobre el techo de la casa. No se elegía un árbol cualquiera para este ritual; solamente se usaban troncos de tejo, de fresno y de roble.

El solsticio de invierno celta no se llamaba Yule

En efecto, y aunque os sorprenda y vaya en contra del titulo de este post, el solsticio de invierno celta no se llamaba Yule. Esta palabra viene del escandinavo antiguo y significa «rueda». Desgraciadamente, se ha perdido el nombre que le daban los distintos pueblos celtas a esta festividad.

Un término equivalente celta es Cuidheal.Como casi todo en la cultura celta ha sido contaminado cuando no eliminado por romanos, pueblos germanos y las distintas cristianizaciones.

Uno de los términos que nos ha llegado de los pueblos Caledonios que habitaron en el norte de la actual Escocia es término druidico Alban arthan, ‘La Luz del oso’.

Blog Origen céltico.
Ilustración de IrenHorrors. Del blog kronoshistoria.com
Ilustración de IrenHorrors. Del blog kronoshistoria.com

Los babilonios, los celtas y los romanos ya adornaban el arbolito

Los babilonios ya adornaban un tronco de árbol por estas fiestas y los celtas también adoptaron esta costumbre. Recogían un leño de roble y lo engalanaban con adornos vegetales que emulaban la época luminosa del año.

Las costumbres de los pueblos son vanidad, porque un leño con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva.

Jeremías, el profeta del siglo VII a.C.

Es conocida una leyenda que nos llega desde el siglo octavo. Según ella, existía en la actual Alemania un roble consagrado al dios Thor, delante del cual se ofrendaban sacrificios todos los años, durante la noche del solsticio de invierno. Ah, pero las cosas buenas nunca duran para siempre y, un día, llegó un misionero cristiano y lo taló. Si, si, con dos. A los habitantes de aquel lugar les dijo que, a partir de ese momento, tocaba ir al bosque a buscar abetos.

El solsticio de invierno, Yule, la gran celebración invernal

Yule, como hemos dicho,es una celebración originaria de los pueblos germánicos y lleva celebrándose desde tiempos inmemoriales. Originalmente, se realizaban sacrificios a los dioses, pidiéndoles buenas cosechas y abundancia cuando la luz retornase. Estos antiguos pueblos germánicos llamaban a este mes Hogmonat, que se puede traducir como «el mes de los sacrificios».

Por cierto, existen una serie de criaturas míticas asociadas a Yule, y todas ellas traen una leyenda fascinante detrás. En primer lugar debemos citar a la Jólaskreia, una heredera muy directa de la Cacería Salvaje indoeuropea, que no es otra que la propia Cacería Salvaje, apenas alterada, pero liderada por el propio Odín, que para este efecto se hace llamar Jólnir (Señor de Yule).

También está el krampus y, en el folclore islandés, tenemos toda una familia de monstruos compuesta por la giganta Gryla, su esposo, sus trece hijos (llamados Yules Lads o jólasveinarnir en islandés) y su gigantesco gato. Este último no es una simple mascota. Es, probablemente, el más importante de todos. Es conocido como Jólaköttinn o, también, como el Gato de Yule.

Baelisto, patrón del solsticio de invierno. Yule y su dios en el norte penínsular

Aunque todavía existe una cierta discusión, muchos investigadores consideran a Baelisto (que significa «el que más brilla») como un dios solar adorado por algunos pueblos celtas prerromanos del norte de la Península Ibérica. Sería, pues, nuestro Beleno. Existen muchas posibilidades de este fuese el dios al que estaba consagrado el solsticio de invierno.

Baelisto simbolizaba la luz y es muy probable que se conmemorase su renacimiento con un ritual que se efectuaría, sin lugar a dudas, en los distintos santuarios de observación astronómica que existían (aún existen los de Campo Lameiro y Segeda, un par de magníficos ejemplos) en distintos puntos del norte peninsular.

Las grandes fiestas celtas

En el calendario celta hay ocho fiestas, cuatro de ellas más grandes e importantes; todas acordes a los ciclos agrícolas y ganaderos. Cada una tenía su significado.

Calendario celta con todas sus fiestas.
Aquí puedes saber más sobre el calendario celta.
  • Samhain: Se puede considerar la más importante del calendario celta. Significa «el final del verano (samos)», o bien «el final de la cosecha» y es un momento de transición. Con samhain comienza un nuevo año y lo hace por su mitad oscura.
  • Imbolc: A comienzos de febrero nacían los corderos y las ovejas producían más leche. Era el momento de consagrar los rebaños a la diosa que le da nombre a esta fiesta, y de solicitarle la fertilidad de los campos, de los animales y de las propias mujeres.
  • Bealtaine o Beltane: La fiesta del fuego (tein) de Bel. Esta importante fiesta tenía lugar durante la primera semana de mayo y festejaba el inicio del verano. También tenía mucha relación con la fertilidad, tan necesaria para los campos que acababan de ser sembrados y para los rebaños que estaban siendo llevados a los mejores pastos. Era una festividad regida por Belenos, el dios del fuego, y los druidas paseaban a los animales alrededor de las hogueras, para purificarlos y bendecirlos.
  • Lughnasad. Significa «el casamiento de Lugh». Se celebraba a mitad de julio y y era la festividad más agraria. Al igual que Beltane, estaba bajo la protección del dios Belenos.

Además de estas cuatro celebraciones, también existían las importantes fiestas de MabonOstaraLitha y la que nos ocupa: Yule.

Y continuamos con la rueda del año celta

Envío una newsletter especial a mis suscriptores en la víspera de cada fiesta del calendario celta. Ellos son los primeros en leer el post dedicado a esa fiesta celta en concreto. En el caso de las cuatro grandes fiestas celtas les envío, ademas, un relato inédito de regalo. La próxima fiesta celta es Imbolc, y con ella llegará otra newsletter especial, otro post como este y otro relato para mis suscriptores. Porque son muy majos y los quiero mucho.

Pero, de momento, me despido.

¡Muchas gracias por leerme!

Ya sabéis. Sentid, vivid…

Y no os rindáis nunca.

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