La mano negra es una criatura tan sencilla como antinatural: una mano cercenada, a veces voladora, que acecha en la noche. Su aspecto varía mucho a lo largo y ancho del territorio que abarca su leyenda. A veces es una extremidad humana. En otras ocasiones se trata de una mano grande, peluda, oscura y con garras. También varían ciertos aspectos de su comportamiento.

El miedo a este ser mítico se extiende por más de medio país, ya que es una de las criaturas más terroríficas y perturbadoras de las mitologías de Asturias, Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura.
Modus operandi
La mano negra siempre es nocturna y siempre es terrorífica. Su comportamiento, sin embargo, es muy distinto en las diferentes zonas por las que se extiende su leyenda. Por ejemplo, en algunos lugares se limita a asustar a los infantes. En otros se lleva a los niños que se portan mal y no se los vuelve a ver. En Castilla-La Mancha sale de los pozos y arrastra dentro de ellos a niños y adultos. En otras zonas asfixia a las personas mientras duermen. Por último, la versión más terrorífica y perturbadora es aquella en la que toca el hombro de una persona y, cuando esta se da la vuelta, le arranca los ojos.
La mano negra de Castilla-La mancha
La mano negra de esta comunidad autónoma está muy relacionada con los pozos de agua y es un asustaniños muy eficaz. Muchos chavales de Castilla-La mancha le tienen pánico, y con razón, porque son numerosos los testimonios que afirman haberla visto. Estos relatos la describen como una mano muy grande y muy desagradable, con largas uñas negras.
Y, cuando ya siendo mocicas y mocicos, habíamos aprendido el arte de hincar el cubo en las aguas, no podíamos evitar el repelús que nos corría por todo el cuerpo. Sacábamos el cubo pegando chuscas… no fuera que a la mano negra le diera por dar sus estirajos.
Recogido de Mitología y superstición en La mancha. Marcel Félix de San Andrés Sánchez y Araceli Monescillo Díaz.
En los pueblos castellanos la mano negra espera dentro de los pozos, aferrada a las piedras, y agarra a aquellos que se asoman a su interior. En los peores relatos, arrastra a niños y adultos al interior de los pozos y los ahoga. Cuando sacan el cadáver, los ancianos del lugar advierten a sus nietos: «Veis… Es cosa de la mano negra». Estos son los chavales a los que se suele enviar a por agua, y, a partir de ese momento, siempre van a sentir escalofríos.
Habitaba en muchos pozos del campo montieleño. De la mano negra se cuenta que gozaba de una activa existencia en los avisos maternos. Que acechaba en silencio en sus dominios, al ojeo del abierto y angosto techo del pozo. Más Carón que Cancerbero, aguardaba al curioso niño que imprudente se asomaba por el brocal. La mano negra, en viendo la cabecita del niño, más rápida que el pensamiento volaba hasta él y lo apresaba.
La cuestión del vuelo la desmienten algunas abuelas, pues es un error, y coinciden en señalar que la mano negra lo que hacía era reptar como las bichas por las paredes húmedas. Entonces arrastraba hasta el fondo de las aguas poceras a la víctima.
Con once orejas. Villar Esparza. Recogido de Testimonio popular. Mitología y superstición en La mancha. Marcel Félix de San Andrés Sánchez y Araceli Monescillo Díaz.
Las otras manos negras castellanas
Sin salirnos de los amplios territorios de Castilla-La Mancha, la tradición de Torre de Juan Abad (Ciudad Real) describe a la mano negra como un ser mítico antropomorfo y femenino. Se trata de una aparición de cabellos largos y vestida con trapos oscuros que habita en las aguas oscuras de las charcas y pozos. Una de las manos de esta perturbadora criatura es antinaturalmente grande, a la vez que negra y con las uñas larguísimas. Según su leyenda, esta versión singular de la mano negra siempre está al acecho desde las aguas oscuras donde vive. Cada vez que tiene la oportunidad, captura a los chavales despistados y se los lleva bajo las aguas.

Sin embargo, en otros lugares de Ciudad Real, como la Solana, esta criatura adopta su forma más común. Es, pues, una perturbadora mano amputada que se lleva a los niños que no se portan como deben.
También en tierras castellanas, la mano negra adopta una tercera forma muy particular. Una que tiene nombre propio: la manona. Esta es una enorme mano peluda que aprieta el cuello de los durmientes provocándoles pesadillas y sensación de ahogo. A veces se dice que es una de las formas que adopta lo que en La mancha llaman duende. En este caso, estaríamos ante una versión castellana del tardo de Galicia.
La mano negra de Asturias
En la rica mitología asturiana, los seres conocidos como pesadiellu, la manona y la mano negra son en realidad diferentes denominaciones para un mismo ser maligno. Este se manifiesta como un inmenso peso, sofocación u opresión que ese «algo» ejerce sobre algunas personas cuando estas están en la cama.
Según las leyendas asturianas en las que aparece, esta criatura se presenta por las noches, cuando su víctima está dormida, y hace que esta sienta una presión creciente en el pecho y comience a tener pesadillas. Otras historias narran que la mano negra llega a ahogar a sus víctimas. Las pocas personas que la han visto atestiguan que adopta la forma de una mano voladora y peluda.
El pesadiellu astur merece una mención aparte, ya que puede ser considerado como un ser mítico diferente de la mano negra. Esta criatura se caracteriza por no tener una forma física determinada, aunque una de las que suele adoptar con más frecuencia es la de una mano grande, negra y peluda. También puede tomar la forma de un perro negro igualmente peluda.
La mano negra de Extremadura
En tierras extremeñas existen numerosos relatos sobre esta antinatural extremidad cercenada. El más conocido es aquel en el que la mano se va acercando poco a poco a la habitación del niño que se ha portado mal, sin intención alguna de ocultarse. El niño, que la está viendo, aterrorizado, pide perdón por su mal comportamiento. Entonces la mano negra huye, mientras se oyen las siguientes palabras «La mano negra soy y, por donde he venido, me voy.»

Algo que a mí me queda claro, después de todo lo que he investigado y leído, es que esta criatura, que ha sido hasta ahora un ser terrible y maligno, un monstruo, está en proceso de ser transformada en un asustaniños de cuento. Es algo que ya les ha sucedido a muchos seres de nuestras mitologías, como el Bú, o el papón/tragaldabas. Esta leyenda extremeña sería un ejemplo muy bueno de esto, ya que de terrorífico espectro capaz de dejarte ciego o incluso matarte, ha pasado a ser la cómica protagonista de una historia infantil y ñoña.
En la comarca de Las Hurdes (Cáceres) se recogen narraciones en las que la mano negra acecha a los durmientes y recorre, uno a uno, los huesos de su columna vertebral. Además de provocar escalofríos con esta siniestra travesura, a veces se dedica a desordenar la casa. Esta mano negra en concreto actúa un poco como un duende.
Pues sí. En Extremadura es donde se pueden encontrar las versiones más simpáticas de este ser.
Rodríguez Marín nos habla de otra forma extremeña de este ser: la “manita–tuerta”. Es un ejemplo extraordinario de riqueza cultural, ya que los niños recitan unos versos a forma de conjuro mientras llevan la mano hacia el codo y la tuercen de una manera concreta. Normalmente, lo hacen para intentar conseguir algo que se les ha antojado. Lo que están haciendo es amenazar a otro chaval con enviarle a la mano tuerta a su casa para que se lo lleve al infierno si no le da el objeto deseado. Una monada.
Manita–tuerta
Rodríguez Marín, p. 155.
Llega a tu puerta.
Si no me lo das,
Al infierno te vas.
La mano negra de Castilla y León
De la misma manera que en Extremadura se ha transformado en un asustaniños cómico, en Castilla y León este ser continúa siendo un monstruo peligroso; a veces incluso sádico y terrorífico. En Segovia, la mano negra ataca a las personas cuando están durmiendo o simplemente distraídas. Se acerca, les toca el hombro y, al girar el desafortunado individuo la cara hacia la mano negra, esta le arranca los ojos.
En Santa Marta de Tera (Zamora), la mano negra es menos espectacular pero igual de peligrosa. Allí agarra a los niños que comen chocolate a escondidas y se lleva. Nadie los vuelve a ver.
La mano negra de Galicia
Cuando comencé este artículo, creí que esta criatura no tenía presencia en la mitología de Galicia. Desde entonces me he llevado unas cuantas sorpresas. He descubierto que, aún siendo la comunidad en la que menos casos se han dado, los hay.
En Galicia se relaciona a la mano negra con el demonio, y se dice que es una forma que adopta este para dar sustos de muerte. En el castro de Montealegre (Domaio, Pontevedra) dos personas pasaban por un camino. Una vio a la Mano Negra y murió casi instantáneamente. En otro avistamento, ocurrido en Cualedro, es descrita como una mano negra anormalmente grande y fantasmal, semitransparente.
A base de investigar, terminé descubriendo en el Diccionario de los seres míticos gallegos una referencia a un cuento gallego, el de «Juanito, el oso», publicado en el libro Parroquia de Velle. En él, el demonio sirve comida al héroe del relato adoptando la forma de la mano negra.
Por último, y ya concluyendo por el recorrido peninsular de esta importante criatura, os voy a contar una historia personal. Al escribir este artículo he descubierto a un ser mítico muy vivo y muy real. Está muy alejado de criaturas imposibles cómo el olláparo, el herensuje y el cuélebre, por poner solo tres ejemplos. Mucha gente ha visto a la mano negra. Uno de mis primos, sin ir más lejos, me echó la bronca hace unos dias, en una comida familiar. Parece ser que, cuando éramos pequeños, me había contado que él mismo había visto a la mano negra. Y era cierto, pero no me había acordado de ello hasta ese momento. Él no la había llamado «mano negra» en aquel momento, de pequeñitos. Había dicho que «había una mano». Pero era verdad. Nuestra mitología y nuestra vida real están mucho más cerca la una de la otra de lo que nunca nos hemos imaginado.

Una criatura de antigüedad probada
Como nos dice Javier Prado, en su magnífica obra Monstruos ibéricos, ya en los siglos XVI y XVII se pueden hallar los términos «manpesada» y «manpesadilla» en relatos sobre manos cercenadas que se dedicaban a presionar el pecho de los durmientes, provocándoles pesadillas.
Esto también es muy interesante, ya que esta versión de la mano negra de hace cinco siglos se parece muchísimo, más que su homóloga actual, a la pesanta y al tardo de hoy en día.
Y esta ha sido la leyenda de la mano negra
Otros seres de nuestras mitologías que comparten rasgos y actitudes con esta criatura son el inguma del País Vasco, el tardo de Galicia y la pesanta de Cataluña. Estos dos últimos seres tienen su propio post en este blog, donde los podéis conocer:
La leyenda de la mano negra está extendida por media península. Si quieres seguir conociendo a las criaturas que comparten las mitologías en las que existe este terrorífico ser, aquí tienes los enlaces:
Y, si quieres conocerla a todas las criaturas fantásticas de la Península Ibérica, y no solamente a las que hay en este blog, te regalo un libro con, entre otros apartados, un extenso bestiario, compuesto por nada menos que 147 criaturas fantásticas de la Península Ibérica, a las que describo y ubico geográficamente. Solamente tienes que suscribirte a este blog. De esta manera, si quieres, te mantendré informado de las novedades con un breve correo electrónico que te llegará el viernes o el sábado. Y si no quieres, puedes darte de baja cuando quieras. ¡Pero el libro nadie te lo quita! No lo dudes. Hazlo. Me harás un poco más feliz.
Un abrazo enorme. Muchas gracias por leerme.
Sentid, vivid y no os rindáis nunca.
¿Quieres publicar este post en tu twitter?
La mano negra: un terror en la noche… Demasiado real Clic para tuitear
2 ideas sobre “La mano negra: un terror en la noche… Demasiado real”
¡Wowww! Me ha encantado la leyenda de la mano negra, sus distintos comportamientos y características según el lugar. ¡Terrorífica pero alucinante! ¡Igual que la anécdota de que un propio familiar recuerde su aparición de pequeño! ¡Un post alucinante con un montón de información increíble detrás! ¡Gracias x compartirlo! Abrazos
Muchísimas gracias a tí por apoyarme tanto. 🤗🤗🤗