El lobishome de la mitología gallega: terrorífico e invulnerable

Lobishome, o también home lobo, es el nombre que reciben los licántropos de Galicia y de las provincias de León y Zamora. Tienen una identidad fuerte y también historias y leyendas que los caracterizan frente a hombres lobo de otras mitologías. Ah, y no son la única raza de licántropos que vagan, entre centenares de lobos, por los bosques de estas tierras.

Imagen de un lobishome generada por una inteligencia artificial.

Un lobishome es, en el folclore y las leyendas de Galicia y de León, un ser humano que posee la capacidad de transformarse, de una manera total o parcial, en lobo. Tiene algunas similitudes con el hombre lobo clásico, muchas diferencias y ninguno de sus puntos débiles.

¿De dónde vienen los lobishomes?

El folclore señala que si un matrimonio tiene siete o nueve hijos varones sin que nazca ninguna mujer por en medio, el último varón queda afectado por una fada. Esta puede convertirlo en un saludador, en un peeiro… o en lobishome. Esto es lo más común, pero convertirse en home lobo también puede deberse a las siguientes causas:

  • Por maldición de los padres o de otra persona.
  • Por otra fada (después explicamos detenidamente qué es esto)
  • Por un meigallo (maleficio)

La transformación en lobishome

Los lobishomes son, o parecen, gente normal hasta que se transforman. Los primeros síntomas se presentan en la forma de una profunda tristeza, pero el auténtico proceso comienza después. La persona afectada siente un deseo irrefrenable de rodar por la tierra y frotarse contra ella. Guiado por este impulso, ese individuo se aleja de la población y se interna en los bosques, buscando por el olfato un lugar en el que hayan dormido lobos. Una vez lo encuentra, se echa a la tierra y se frota, se retuerce, rueda. Y comienza la transformación.

El lobishome puede transformarse en lobo por completo o solo parcialmente. De cualquiera de las dos maneras, la criatura en la que se transforma supera a los lobos reales en fuerza, ferocidad, inteligencia y crueldad. Es incluso más veloz que ellos y, muchas veces, tiene la capacidad de liderarlos.

Mientras ande de lobo, no habrá palo, piedra, arma blanca o bala que lo pueda herir. Es invulnerable y se aprovecha de ello para atacar, matar y devorar a todo aquel que encuentre a su paso, ya sean hombres o mujeres, niños, adultos o ancianos.

Espeluznante ilustración de un lobishome.

La fada del lobishome

Esta palabra no debe ser traducida y entendida cómo hada, pues no tiene nada que ver. La fada, del latín fatum (destino, suerte), es un determinado sino que acompaña a una persona, ya sea durante toda su vida o bien en un determinado episodio de esta. Así pues, una mala fada puede convertir a una persona en lobishome.

En algunos casos, el lobishome siempre es lobo, siempre es bestia, mientras le dura la fada. En otros casos cambia entre lobo y persona, pero no a voluntad. Normalmente, es lobo de noche y persona de día. Esta fada puede ser definitiva o temporal. En este último caso, suele durar siete años.

Ni los lobishomes ni la mayoría de los demás seres míticos que posean una fada podrá escapar de ella hasta que esta se haya cumplido. Una excepción a esta regla (muy cercana a los lobishomes) son los lobos da xente, que pueden liberarse de la fada quemando su piel de lobo.

La licantropía existe

Lo cierto es que el mundo creyó en la licantropía durante siglos. Hace muy poco tiempo aún se creía en los lobishomes y en los lobos da xente en Galicia, como demuestra el capítulo «Lejos del mar» del magnífico documental «Un país en la mochila», de Jose Antonio Labordeta. No debemos descartar la posibilidad de que esta creencia aún persista.

Históricamente, se ha barajado la posibilidad de que la figura del licántropo pueda haber tenido su origen en la enfermedad kynanthropos (cinantropía: «forma de locura en la que el afligido se imagina a sí mismo como un perro»), estudiada ya en la antigüedad por Marcelo de Side, el médico del tiempo de Adriano.

En la actualidad, la licantropía está aceptada científicamente en calidad de síntoma de la enfermedad llamada «licantropía clínica». Esta es una dolencia mental en la cual la persona cree que se ha transformado en lobo.

Un hombre lobo devorando a una mujer. Gravado del siglo XIX.
Un hombre lobo devorando a una mujer. Gravado del siglo XIX.

Antepasados de nuestro lobishome: un poco de historia

Nuestro lobishome tiene un árbol genealógico muy importante. Tiene lazos de parentesco con muchos otros licántropos europeos y desciende de criaturas muy antiguas.

Heródoto menciona a los neuros, escitas que se transformaban en lobos una vez al año y solo durante unos dias; Plinio el Viejo cita a Scopas, que habla de griegos arcadios que devoraban seres humanos en honor a Zeus Licio, y se transformaban en lobos durante ocho años; Licaón, tirano de Arcadia, fué transformado en lobo por Zeus.

Los romanos creían en los versipelles, brujos capaces de transformarse en lobos. Se creía que el pelo de lobo les crecía hacia adentro, y de ahí su nombre.

El término dio paso al bajo latino gerulfus, con influencias del germano. «Ger» es como «wer, vir» (hombre). De ahí procede el normando garwal y garolf, el werewolf anglosajón, el wärhwöl-fe alemán, el garwolf (después garou) galo, que también se llamó lop-garou en francés, el waerulf danés, el warulf sueco…

En Italia, sus nombres derivan de «Lupus Hominarius», con la doble interpretación de lobo-hombre o lobo devorador de hombres. Curiosamente, esa doble interpretación subsiste en Galicia, con su lobisome y su lobo da xente

De la misma raíz son los nombres del resto de los licántropos de la Península Ibérica: lobisome y rabisome en Extremadura, lobishome en Portugal, llovusome en Asturias, lobisón en Huelva y en Sudamérica y, con inversión, hombre-lobo en España. En vasco es guizotxo, guizonotxoa (guizón=hombre, otxoa=lobo) y en bretón es bisclavret.

Diccionario de los seres míticos gallegos.

De todos ellos, los licántropos más parecidos a nuestro lobishome son los latinos y los italianos.

Otros tipos de licántropos gallegos

Los bosques gallegos estaban, hasta hace muy poco tiempo, habitados por una auténtica multitud de lobos que los compartían con lobishomes, peeiras y lobos da xente.

Los lobos da xente tienen muchas cosas en común con los lobishomes, pero también muchas diferencias. Son extraordinariamente crueles. Se mueven en grupos, normalmente liderados por una mujer. Tienen forma humana y piel de lobo. Esta última es algo muy especial: cuando son humanos, se la pueden poner para convertirse en lobos da xente y, cuando lo son, se la pueden quitar para volverse humanos. Si alguien quema esta piel, se les pasa la fada y se convierten en humanos normales. No tardarán en tener un post propio en este blog.

Las peeiras dos lobos son mujeres muy especiales que tienen el poder de vivir entre los lobos, comunicarse con ellos e incluso liderarlos. Si quieres saberlo todo sobre ellas, tienen un post propio, que es el siguiente: Peeiras dos lobos.

Imagen de una peeira dos lobos.

Lobishomes de renombre

Hay varios lobishomes que han pasado a la historia, pero uno de ellos es mucho, muchísimo, más conocido que el resto. Por supuesto, como habréis adivinado, estoy hablando de:

Manuel Blanco Romasanta «o lobishome de Allariz». Es uno de los casos más conocidos de lobishome. Nacido en Esgos (Ourense), confesó el asesinato de trece personas en la sierra de San Mamede. En su confesión manifestó que mataba contra su propia voluntad, probablemente debido a alguna fada o maldición. Según él, sentía una sed de sangre que no podía resistir y se transformaba en lobo. Andaba por la sierra en compañía de otros dos lobishomes de origen valenciano.

Gundemaro, el primer lobishome: Cito este caso porque me ha hecho mucha gracia y lo dejo abierto a la libre interpretación. Se trata del primer lobishome del que tenemos constancia documentada, nada menos que por un documento del año 1062, en Celanova. Fue vecino de Carpazás (Bande), donde tuvo propiedades y casa. Era el menor de siete hermanos, todos varones. En este texto, de carácter jurídico o notarial, se le nombra con naturalidad como «Gundemaro Lubusome» lo que es indicativo del alto grado de integración social de Gundemaro.

El Vákner. Al Vákner se le ha dado, hoy en día, la forma de un gran lobo, pero lo cierto es que no se sabe qué tipo de criatura era. Lo único que se conoce sobre él es lo que vas a leer en la siguiente cita:

Padecí muchos trabajos y fatigas en este viaje, en el cual topé con gran cantidad de bestias salvajes muy peligrosas.
Encontramos el vakner, animal salvaje, grande y muy dañino. ¿Cómo -me decían- habéis podido salvaros, cuando compañías enteras de veinte personas no pueden pasar?

Fui enseguida al país de Holani, cuyos habitantes se alimentan también de pescado y cuya lengua yo no comprendía. Me trataron con la mayor consideración, llevándome de casa en casa y admirándose de que hubiese escapado del vakner.

Martir, obispo armenio del monasterio de San Ciriaco de Norkiegh,

Este es un fragmento de un documento creado por un obispo armenio llamado Martir, del monasterio de San Ciriaco de Norkiegh, tras un largo recorrido que acabó aquí, en Galicia. Esta breve referencia al Vákner es todo lo que consta históricamente sobre él. Como podemos ver, no sabemos qué tipo de criatura es, aparte de que es única y extraordinariamente peligrosa. Una de las teorías que circulan es que se trataba de un poderoso lobisome. Dentro de poco, publicaré un post descubriendo todo lo que sabemos sobre esta criatura.

Un lobishome puede transformarse en lobo total o parcialmente. Imagen de un lobo aullando a la luna.

Y hasta aquí con el lobishome

Sin embargo, si te interesan las criaturas de la mitología de Galicia, en este blog puedes conocer a bastantes más:

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Un abrazo enorme. Muchas gracias por leerme.

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