Vákner: un terror medieval en el Camino de Santiago

El Vákner no tiene forma. Es un ser mítico de autenticidad y antigüedad comprobada, pero también un caso único en la mitología gallega. Esta criatura, que hoy se ha transformado en un icono y ha adoptado (por fin) una forma determinada, es muy diferente de cualquier otro ser de nuestras mitologías.

El Vákner
Cartel del Territorio Vákner.

Al Vákner se le ha acabado asociando la forma de un licántropo o la de un monstruoso lobo. Son interpretaciones libres y, probablemente, necesarias para poder trabajar con su leyenda y con su imagen. Lo cierto es que no se sabe como era el Vákner. Puede haber sido una criatura mítica o una bestia salvaje, singular y única. Da lo mismo. Sea cual sea el caso, este ser habitaba entre la costa de Fisterra y la comarca del Xallas. El Camino de Santiago atraviesa estas tierras, y este hecho ha permitido que hoy en día conozcamos la existencia del monstruoso ser que hoy nos ocupa.

Un documento histórico

Bestia terrible para unos y ente mitológico para otros, estamos hablando de la criatura que se encontró el peregrino llamado Mártir, obispo de Arzendjan, cuando realizaba el Camino de Santiago en el año 1493. El religioso armenio estaba realizando una larga peregrinación (de 1489 a 1496), visitando reliquias y santuarios a través de Venecia, Roma, Basilea, Colonia, Aquisgrán, Flandes, Normandía, París, Tours, Poitiers, Bayonne…, hasta llegar a Santiago, desde donde se disponía a alcanzar la iglesia de Santa María das Areas, en Fisterra.

Corría una época convulsa, de grandes eventos a nivel global. Entre ellos podemos contar el descubrimiento de un nuevo (y gran) continente, la caída de Constantinopla (considerada inexpugnable hasta ese momento) y, en nuestra península, la toma de Granada, que puso punto final a la mal llamada Reconquista. Fue durante esta época cuando se registró este curioso y terrorífico evento, dejando constancia de que el Vákner, una criatura peligrosa en extremo, asolaba el Camino de Santiago.

El encuentro con este terrible ser, que Mártir inmortalizó en su diario, ha ocasionado muchas exposiciones y debates. También ha dado pie a que se viertan ríos de tinta, pero todo ello ha sido infructuoso. No se ha llegado a ningún consenso, y es lo normal. Vosotros mismos lo podréis comprobar al leer las líneas en las que el propio Mártir refleja lo acaecido:

Recibí la bendición de Santiago y me eché al Camino. Llegué al extremo del mundo, a la playa de la Santa Virgen, donde hay un edificio construido por la propia mano del Apóstol San Pablo y que los francos llaman Sancta Marie de Finibusterrae. Padecí muchos trabajos y fatigas en este viaje, en el cual topé con gran cantidad de bestias salvajes muy peligrosas. Encontramos el Vákner, animal salvaje, grande y muy dañino.

«¿Cómo habéis podido salvaros, cuando compañías enteras de veinte personas no pueden pasar?», me decían.

Fui enseguida al país de Holani, cuyos habitantes se alimentan también de pescado y cuya
lengua yo no comprendía. Me trataron con la mayor consideración, llevándome de casa
en casa y admirándose de que hubiese escapado del Vákner.

Mártir, obispo de Arzendjan, 1493.

He aquí lo curioso, pues estas breves alusiones a la criatura que Mártir llama Vákner es todo cuanto sabemos sobre este ser. No existe ningún otro registro escrito sobre él. Por otro lado, ha desaparecido del folclore de Galicia. El Vákner ha sido olvidado.

Es posible que ahora entendáis mejor por qué motivo los debates no llegan a ningún acuerdo.

Cartél promocional del Vákner

El Vákner: ¿bestia terrible o ser mitológico?

¿Qué criatura impedía el paso nada menos que a grupos de veinte personas? ¿Qué es lo que tenía atemorizados a los habitantes de la comarca? ¿Qué es lo que vio el obispo? Sabemos que Mártir no describió a la criatura y que ninguna otra persona la mencionó en otro escrito. Tampoco existe tradición o leyenda alguna que tenga al Vákner como protagonista. Ni en las tierras montañosas situadas entre Santiago y Fisterra ni en ninguna otra. Sin embargo, y aunque parezca mentira, sí que podemos conocer algunas cosas sobre él. Vamos a ello.

Sabemos que era una bestia terrible que interrumpía el paso de grandes grupos de peregrinos. Bien, pues eso excluye cualquier animal salvaje conocido. Ningún lobo, oso o lince tiene esa capacidad, además de no ser su comportamiento natural. Una manada de lobos con su comportamiento alterado a causa de la rabia sí puede causar el efecto del que habla Mártir, pero el obispo dejó muy claro que se trataba de un único animal.

También podemos analizar la palabra que utilizó el obispo para nombrar a la bestia. A título personal, estoy convencido de que esta criatura tenía otro nombre en estas tierras. «Vákner» no es un término gallego, da igual la antigüedad que tenga. Lo más probable es que el obispo armenio utilizase esta palabra para definir lo que vio. Si seguimos esta línea de pensamiento, y sabiendo la forma que se le da al Vákner hoy en día, nos podríamos preguntar…

¿Por qué un lobo?

¿Por qué se le ha dado la forma de un lobo (o de un hombre lobo) a una criatura cuyo aspecto no es mencionado en el único documento que existe al respecto? Tiene más sentido del que parece, como demuestra la colaboración de Alonso Romero y Luis Monteagudo, un erudito y profesor compostelano. Ambos recurrieron al antiguo diccionario de Pokorny y de sus averiguaciones surgieron algunas ideas: una de ellas es que la base sea la palabra indoeuropea wagh, que significa «gritar, resonar, retumbar». No tiene demasiado sentido, ¿verdad? Otra posibilidad es la palabra danesa vakker, que significa «alerta» y, sobre todo, el vocablo del antiguo nórdico vargr, que significa «lobo».

Ya tenemos a nuestro lobo. Aunque sea solo una teoría, tiene bastante sentido, por lo que ha resultado ser la forma que hoy en día se le atribuye al Vákner.

Dumbría, el reino del Vákner

En las tierras en las que se sitúa esta leyenda se ha creado un proyecto para resucitar la figura del Vakner e impulsar su imagen, tan relacionada con el Camino de Santiago. Para ello han utilizado a esta criatura y su leyenda, como figuras centrales alrededor de las cuales pivotar todo el proyecto. Además, como broche de oro, el municipio decidió situar en el Camino una espectacular estatua del Vákner, obra de Cándido Pazos un reputado artista que ya ha realizado otras obras relacionadas con el Camino de Santiago. En la escultura se represente la imagen de un hombre lobo de casi 5 metros y unos 1.300 kilos de peso.

Estatua del Vákner creada por Cándido Pazos - Wikimedia Commons / Jglamela
Estatua del Vákner creada por Cándido Pazos – Wikimedia Commons / Jglamela

Los caminantes se encontrarán con ella en O Marco do Couto. En torno a ella que se han celebrado numerosas actividades, desde un exitoso certamen literario hasta un festival de música con Luar na Lubre, Víctor Manuel, Carlos Goñi e Ismael Serrano.

En la mitología gallega hay muchos lobos

Los bosques gallegos estaban, hasta hace muy poco tiempo, habitados por una auténtica multitud de lobos que los compartían con lobishomes, peeiras, lobos da xente… y con el Vákner.

Los lobishomes tienen cosas en común con los lobos da xente, pero también tienen muchas diferencias. Responden mucho mejor a la descripción de un hombre lobo clásico.

Las peeiras dos lobos son mujeres muy especiales que tienen el poder de vivir entre los lobos, comunicarse con ellos e incluso liderarlos. Si quieres saberlo todo sobre ellas, tienen un post propio, que es el siguiente: Peeiras dos lobos.

Los lobos da xente son los licántropos más antiguos, propios y particulares de la mitología gallega. Célebres en las tierras de Tribes, se transforman en crueles monstruos, mitad hombres, mitad lobos, a causa de una maldición paterna.

Para Vicente Risco, que ha estudiado el tema en profundidad, no existe la menor duda de que la persistencia en la cultura celta del culto al lobo ha derivado en una serie de enfermedades psiquiátricas y genéticas. El imaginario mitológico gallego así lo demuestra.

Y esto es lo que sabemos sobre este misterioso ser llamado Vákner

Es poco, pero es historia. Había algo, eso está claro; algo muy peligroso. Una criatura que tenía aterrorizada a la gente. Eso, lo que llamamos hoy Vákner, existió.

Y, como existió, tiene nombre.

Territorio Vákner. El Vákner.

Si quieres seguir conociendo a las criaturas de la mitología de Galicia, aquí tienes muchos más retazos de este amplio entramado.

Y, si quieres conocerla a todas las criaturas fantásticas de la Península Ibérica, y no solamente a las que hay en este blog, te regalo un libro con, entre otros apartados, un extenso bestiario, compuesto por nada menos que 147 criaturas fantásticas de la Península Ibérica, a las que describo y ubico geográficamente. Solamente tienes que suscribirte a este blog. De esta manera, si quieres, te mantendré informado de las novedades con un breve correo electrónico que te llegará el viernes o el sábado. Y si no quieres, puedes darte de baja cuando quieras. ¡Pero el libro nadie te lo quita! No lo dudes. Hazlo. Me harás un poco más feliz.

Un abrazo enorme. Muchas gracias por leerme.

Sentid, vivid y no os rindáis nunca.

¿Quieres publicar este post en tu twitter?

Vákner: un terror medieval en el Camino de Santiago Clic para tuitear

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

2 ideas sobre “Vákner: un terror medieval en el Camino de Santiago”